sábado, febrero 12, 2011

La voz de mi tinta

Creí que había dejado de escribir por tanto tiempo porque no tenía nada que decir. Así se fueron acumulando las conversaciones en mi cabeza.
Entre la música y los guiones de películas aun no escritos, el interior de mi cerebro a veces se vuelve muy agitado.
Si usted me tiene paciencia intentaré poner en orden mis ideas y sentarme junto a usted y nuestros amigos imaginarios, con una gran taza de chocolate caliente, a platicar mientras vemos la lluvia caer del otro lado de la ventana.

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