Busco en internet una información. Le voy siguiendo la pista casi de manera detectivesca. La obscuridad solo la rompe la luz de mi monitor pero a mi no me importa. El sillón en el que me encuentro me resguarda de la realidad.
Estoy concentrada, ni feliz, ni triste. No hay sentimientos atravezandome.
Mi esposo camina por la sala y a la mitad del pasillo y ya un poco somnoliento se detiene. Voltea y me observa por un momento en silencio.
-Estoy orgulloso de ti- me dice
Sin motivo aparente, a mitad de la noche cuando no me viste ni mis mejores ropas ni mi mejor sonrisa.
Life is good.
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