
En el estéreo, bajo el mueble de los discos acomodados en perfecto orden ya sonaba Serrat preguntándome que sería de mi lejos de casa.
Así, entre el sillón y el zarape, abrí el libro azul que por primera vez me traía tus palabras. y que en la tapa solo decía "Geografías" y tu nombre. Pensé en el tiempo que había perdido antes de encontrarte; pensé que tus palabras habían esperado a que estuviera así, en la playa, con un poco de frío, con la primera copa de mi primer vino, entre el sillón y el zarape, lejos de casa.
Gracias por placer de tu compañía en los años que me embarqué a la aventura de vivir sola. Hasta siempre, maestro.
...Después de todo la muerte es sólo un síntoma de que hubo vida. (Y que vida la suya) Mario Benedetti (1920-2009)
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