La que escribe se va de fiesta. Y es que entre la capacitación del sábado y la junta de consejo de lunes me quedarán 2 días para disfrutar la buena cartelera con la que cuentan las fiestas del Pitic.
Cuando vivía en Hermosillo esta era la fiesta de la ciudad que esperaba. Sabía que ahí me encontraría a los amigos, a los de los viernes por la noche, a la comunidad de los abrazos y que habría mucha trova, mucho baile (al ritmo de ska) y todas las curiosidades artesanales y delicias gastronómicos que la economía nos permita.
Y si ya no me tocó la expogan con su teatro del pueblo, los voladores de papantla, los espectáculos de animales salvajes y los bares con música country por lo menos me alegro que mi trabajo y las fiestas del pitic decidieran irse de la mano a tomarse un tarro de Indio a la Barra Hidalgo.
No me quejo. Viviendo aquí en el norte y siendo de esta familia la fiesta parece nunca acabar. Así después de las Fiestas del Pitic de Hermosillo llega el Festival del Mar Bermejo en Guaymas, la segunda (¿o es la primera?) juntada familiar en el lugar de siempre, de todos los veranos y de ahí, los cumpleaños, las carnes asadas, las visitas al pueblo y las "juntadas" por el solo gusto de juntarnos. Así hasta que de repente y sin pensarlo ya estemos de nuevo ensayando las canciones para el año nuevo.
Por lo pronto, con los mapas listos para el consejo, con las láminas listas para la capacitación y con la ropa secándose, la que escribe deja de escribir y se va a hacer maleta.
Cuando vivía en Hermosillo esta era la fiesta de la ciudad que esperaba. Sabía que ahí me encontraría a los amigos, a los de los viernes por la noche, a la comunidad de los abrazos y que habría mucha trova, mucho baile (al ritmo de ska) y todas las curiosidades artesanales y delicias gastronómicos que la economía nos permita.
Y si ya no me tocó la expogan con su teatro del pueblo, los voladores de papantla, los espectáculos de animales salvajes y los bares con música country por lo menos me alegro que mi trabajo y las fiestas del pitic decidieran irse de la mano a tomarse un tarro de Indio a la Barra Hidalgo.
No me quejo. Viviendo aquí en el norte y siendo de esta familia la fiesta parece nunca acabar. Así después de las Fiestas del Pitic de Hermosillo llega el Festival del Mar Bermejo en Guaymas, la segunda (¿o es la primera?) juntada familiar en el lugar de siempre, de todos los veranos y de ahí, los cumpleaños, las carnes asadas, las visitas al pueblo y las "juntadas" por el solo gusto de juntarnos. Así hasta que de repente y sin pensarlo ya estemos de nuevo ensayando las canciones para el año nuevo.Por lo pronto, con los mapas listos para el consejo, con las láminas listas para la capacitación y con la ropa secándose, la que escribe deja de escribir y se va a hacer maleta.
*Nota: Caricatura de Shuneto. Periódico el Imparcial.
No hay comentarios:
Publicar un comentario