miércoles, noviembre 05, 2008

El cuaderno rojo

Mi vicio por los limones reales me ha hecho recorrer cuanta tienda y mercado del puerto. Hace 15 días cuando fui a visitar a mi madre a hermosillo fuimos de compras y los encontré, por lo que pensé estarían de temporada. Recorrí el puerto de lado a lado y no conseguí mi "dosis". Lo que si encontré fue a un indigente sentado frente a una de las tantas dulcerías que están al lado del mercado. Nada hubiera tenido de curioso, se veía mal vestido y descuidado, pero entre sus cosas y dentro de una bolsa de plástico como las que nos dan en el super, tenía un cuaderno rojo. Al pasar al lado de él noté que en este llevaba las cuentas divididas con una "T" de ingresos y egresos. Traté de disimular la media sonrisa que se pinta en mi cara cuando algo me sorprende, seguí caminando lento y ante mi incredulidad regresé a asomarme a la dulcería con tal de comprobar que lo que vi era correcto. Esa media sonrisa pronto se volvió un poco de culpa al pensar que la que escribe no siempre es tan ordenada en sus finanzas bajo la escusa de tener "poco" que administrar. Entonces ahora diré que entre los beneficios de mi vicio se encuentra una lección administrativa.

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