jueves, octubre 30, 2008

Quemando las naves

A finales de septiembre me propuse cambiar mi vida en casi todos los aspectos. Ahí empecé este proceso en el que cada día debo tomar la decisión de dar un paso más. Todavía no se han terminado de definir los detalles aunque de alguna manera ya me siento con un pie afuera. Para evitar perder el impulso mi madre me aconsejó "quemar las naves" tal como lo hiciera Hernan Cortés al llegar a México para evitar que sus hombres intentaran volver o huir. Es el momento justo de hacerlo, ya que aún cuando los pocos pasos que he dado me han representado un gran esfuerzo, se que es muy fácil volver... volver a "nada". Así que empiezo a preparar la maleta para mañana. Solo es para un par de días pero llevo una maleta grande; una donde lleve a allá de donde realmente nunca me fui, todo lo necesario para quemar las naves, para no volver aunque regrese. Por que esta vez al regresar sabré que dí la vuelta entera y que no caminé sobre mis pasos.
Este será el primer fin de semana del próximo año, el momento que, aunque el calendario no me de la razón, empezará la nueva historia, esa que se escribe en enero, junto al recuento y los propósitos. Y así me llevo mi cansancio y mis miedos en la parte de arriba de la maleta; deben estar a la mano para cuando los quiera sacar. Abajo y bien doblados para que no se arruguen llevo una sorpresa, un instructivo que más bien parece enciclopedia y una fiesta para dividir el año.

2 comentarios:

La pequeña dijo...

animos! la lucha no se pierde hasta que tu te das por vencida!

Ale dijo...

Gracias! Todos los días avanzamos un poco más.