Influenza Porcina

Un virus ha atacado al país. Al más puro estilo de la WWE la influenza porcina llega con una silla en las manos a golpear por la espalda a un México al que la crisis ya le había aplicado la "quebradora". A pesar de que el secretario de salud José Ángel Córdova dice que la versión no confirmada es que este virus viene de California y Texas, parece haberse ido directo al centro del país. Hasta el momento aquí en Sonora, donde vive la que escribe con toda su extensa y ruidosa familia, no se han presentado casos de ese virus en específico; solo 3 casos de influenza común en la temporada invernal 2008-2009.

En el centro del país la historia se cuenta diferente. Se ven caminar de un lado a otro personas con cubrebocas azules y con cara de espanto. Los mensajes por celulares se saturaron a momentos y los eventos públicos en su mayoría se han cancelado.

Para los estudiantes el calendario les regalará vacaciones extras desde los más chiquillos hasta universitarios.
Es la primera vez que las noticias nacionales hablan solo de una cosa, algo que nos pasa a nosotros y no a los vecinos del norte, que de haberles pasado a ellos ya estarían buscando a los terroristas que enviaron el virus.
Como si todos los demonios estuvieran libres, reporteros y autoridades en tono demás solemne, explican lo que hay que hacer, que no hay que salir a lugares concurridos, que hay que usar tapaboca, que no vayamos al DF y ciudad de México a menos que sea necesario, que si se enferma no salga, no sea que nos pase a amolar al resto de nosotros y que ante los primeros síntomas acuda al doctor.
Los principales afectados son las personas entre 20 y 45 años. Y por cierto, estos son los síntomas de la influenza porcina:

-Letargo

-Falta de apetito

-Tos

-Algunas personas presentan humedad en la nariz

-Sequedad de garganta

-Nausea

-Vómitos

-Diarrea

Así que ya lo sabe, haga caso, no le haga al valiente, pero tampoco se sume a las filas de los fatalistas que se saborean ante el pandemónium. Solo tome las debidas precauciones.
Por si las moscas, esta pequeña familia de cuatro tendrá un fin de semana relajado y hasta comatoso frente nuestra desinfectada tele y su infectada programación.