viernes, enero 23, 2009

En el desierto de la noche

Hay veces que el miedo me invade sin razón alguna. Me envuelve un calor insoportable y una de mis piernas no se deja de mover. Me siento ansiosa aunque no tengo por que. A veces me imagino que mi realidad es solo un sueño de esos que se alcanzan al cabecear unos segundos y que la realidad se parece más a un video ochentero de Peter Gabriel.
¿Y si mi cuerpo fuera solo un conjunto de estrellas diminutas que de vez en cuanto se juntan para simular el sentido del tacto? Entonces bien podría ser yo Lucy in the sky with diamons.
Hay noches como esta, donde al sentirme intranquila mi mente viaja para liberarse de esta supuesta prisión mis hormonas enloquecidas y deambulantes.
Será que me hizo falta un poco más de lluvia para sentirme en casa. O tal vez es que siento esas ganas de hacer maletas y cambiar de casa, de ciudad, de vista una vez más, un par de veces más.
Mañana la carretera espera que le brinde una visita la pareja arrepentida esperando una segunda oportunidad. Le he preparado la obligatoria serenata. Espero y este año me regale muchos kilómetros sobre ella, con nuevos lugares en la otra punta, con otra gente, con nuevas historias un par de fotos y unas lineas en la tinta para recordarlo todo.
Mañana será por solo un par de días un bosquejo en movimiento que me saque de esta situación, que suspenda el tiempo y sus aceleradas exigencias y me quite la edad, los pretextos y las preconcepciones.
Dentro de mis converse negros y con esa vieja mochila en los hombros caminaré hacia donde antes lo hacía, con un poco de suerte la lluvia me encuentre y podamos sentarnos a tomar el té.

2 comentarios:

1st Mate dijo...

When you start your music classes, they will change your life. I believe that with all my heart.

Ale dijo...

Yes, music always makes me feel good.