viernes, diciembre 12, 2008

Día de la Virgen

Respondiendo a la invitación de Bliss nos fuimos a la iglesia del puerto a la misa del festejo de la virgen. Aunque la religión católica y yo no seamos buena combinación respeto cualquier creencia y además disfruto nuestras tradiciones. La iglesia (me refiero al edificio) lucía muy bonito y bien iluminado. En una de las entradas se veía un nacimiento aún sin el niño Jesús. Bliss estaba enseguida del altar donde la gente con saco rojo se disponía a cantar. Entonces entraron tres padres que, a juzgar por la diferencia de sus trajes, no eran del mismo rango. Y empezó la misa, la cual nos mantuvo de pie los primeros 10 minutos en los cuales solo podía pensar que había elegido un mal momento para estrenar esos tacones 14 de alto que tan lindos se ven. Ya sentados puse atención al sermón y la verdad es que no podía creer lo que escuchaba. El padre diciendo que la virgen de Guadalupe era una pretenciosa por pedir le construyeran una casa cuando se le apareció a Juan Diego (si en vida no tuvo lujos) y prometo que no lo estoy sacando de contexto. Además habló de que quien busca algo fuera de su casa se prostituye; ya sea el gobierno negociando en el extranjero o aquel que se va a trabajar o estudiar fuera de su "pueblo". Para rematar dijo que quien lo criticara a él siendo sacerdote, recibiría maldiciones y Dios no iba a escuchar ninguna de las peticiones del criticón. ¡Mis pastillas! Que impresión.


Pero olvidándonos de aquel padre que necesita urgentemente un vocero y un equipo que le cuide la imagen y los discursos les puedo contar que la música se escuchaba bastante bien. El lugar tiene un balcón que da de frente al altar donde tienen el órgano y que por la arquitectura de los techos cuenta con una acústica muy buena. Además fue refrescante escuchar a los Taka takas adentro de la iglesia cantándole a su morenita como si le fueran a cantar las mañanitas a su propia madre.


Este año asistí por primera vez al grito, al día de muertos y ahora al festejo de la Virgen y todo gracias a los extranjeros que han tenido la amabilidad de prestarme sus ojos para redescubrir los colores de mi país. Ojalá a Bliss le toquen las posadas tradicionales, esas que viví de niña tantas veces donde los peregrinos cantaban desde afuera de la casa soportando el frio, donde las piñatas de barro hacían que retumbaran los brazos de quien osaba anotarle un hit, esa misma que estaba rellena de naranjas y cacahuates. Bliss, ¡que tengas unas felices y muy musicales fiestas!

2 comentarios:

1st Mate dijo...

Ale - muchas gracias para los fotos! Mi camara no sirve cuando las baterias son muertes, que lastima.

Ale dijo...

De nada! Aunque las fotos no son muy buenas por la iluminación te servirán de evidencia del día que cantaste en la iglesia. Saludos!