Ahora que estamos en casa empezamos a ver señales de algo que bien se podría parecer a una rutina. Aunque es difícil decirle así con apenas 5 días. Estos cambios me han llevado a buscar nuevos proyectos, nuevas metas, aunque dado al encierro y a mi resistencia a vivir en el puerto me hizo que después de estar aquí 8 meses no sepa exactamente a donde ir o por donde empezar.
Hasta los perros se notan desubicados, nerviosos y un poco despistados.
Así que tengo que tomarme un espacio en el tiempo para el reconocimiento. Explorar mi casa con todo y sus rincones, revisar los hábitos que escondí bajo la cama, reeducar a mis perros y un poco a mi misma. Crear una nueva rutina, reentender al puerto y ofrecerle una tregua. Mirarme bien y entender que soy esa, la que ahora se asoma del otro lado del espejo, con el pelo más corto, la ropa más suelta y las ojeras marcadas.
Empiezo apenas como si fuera llegando. A final de cuentas tal vez es así, apenas voy llegando.
Hasta los perros se notan desubicados, nerviosos y un poco despistados.
Así que tengo que tomarme un espacio en el tiempo para el reconocimiento. Explorar mi casa con todo y sus rincones, revisar los hábitos que escondí bajo la cama, reeducar a mis perros y un poco a mi misma. Crear una nueva rutina, reentender al puerto y ofrecerle una tregua. Mirarme bien y entender que soy esa, la que ahora se asoma del otro lado del espejo, con el pelo más corto, la ropa más suelta y las ojeras marcadas.
Empiezo apenas como si fuera llegando. A final de cuentas tal vez es así, apenas voy llegando.
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