martes, octubre 02, 2007

No se me olvidó


Por alguna circunstancia me toco volver a empezar la universidad a los 24 años. En el primer cuatrimestre de la carrera de Comercialización me tocó estar ahí un 2 de Octubre, tal como este día. Hubiera pasado desapercibido de no ser que el maestro de Expresión Oral (que por cierto era menor que yo) quiso hablar de la matanza en Acteal. Se me hizo propicio conmemorar la matanza de Tlatelolco. Para mi sorpresa nadie; NADIE, sabia lo que había pasado aquel 2 de octubre del 68, lo único que sabían es que ese día eran las tocadas (de grupos de rock local). ¿Por que estos muchachos de 18 años nunca habían escuchado de esto? ¿A quien se le olvidó contarles? Pues empecé la historia como quien cuenta una historia de terror con lluvia y la luz apagada. Aquellos tantos pares de ojos se abrían cada vez más como si les abriera la puerta a este pasado lleno de secretos. Les relaté el pleito entre la UNAM y politécnicos en aquel partido de futbol. Como intervino la policía matando accidentalmente a un estudiante. La marcha de estudiantes, acompañados por algunos padres y otras personas que apoyaron el movimiento pacifico estudiantil. Era una marcha silenciosa y pacifica que terminaría en la plaza de las 3 culturas (Tlatelolco) donde hablarían de la represión del gobierno y su mala administración y la invasión de las fuerzas policiacas a terreno autónomo. Cuando los estudiantes estaban ahí y como si se atrapara a un gato salvaje se les acorraló y asesinó de la manera más brutal. Los estudiantes corrían desorientados mientras los cuerpos caían como moscas; la sangre en el suelo hacía que los zapatos se pegaran al pavimento, no había mucho donde refugiarse, lo “halcones” y “guantes blancos” disparaban desde techos, helicóptero y desde el suelo. No había departamento al que no entraran buscando estudiantes escondidos. Los capturados fueron trasladados al campo militar “uno” donde fueron torturados. Los líderes… fueron becados para estudiar en el extranjero y luego regresar a tomar un puesto en la política. (¿Te suena el nombre de Carlos Salinas de Gortari?) ¿La razón? No podían permitir que los estudiantes dieran mala imagen al mundo en las Olimpiadas México 68. Las cifras oficiales hablan de cientos de muertos, la realidad, más de 4 mil jóvenes “desaparecidos”. Que descansen en paz… y que no sean olvidados nunca.

3 comentarios:

Bienaventurada dijo...

Bien. Un recuerdo duro pero necesario. Yo veo a Tlatelolco como una pastilla efervescenteque sirvió para eliminar descaradamente a quienes reaccionaron.
Te suena el nombre Auxilio Laucoture?
Un abrazo.

Ale dijo...

Y de repente nos encontramos de nuevo en el lavabo de mujeres del cuato piso de la facultad de Filosofia y Letras y desconocemos lo que ahi ocurrió, esa es la mejor manera de asegurarnos de repetir la historia.

Natchío dijo...

Y aunque lo nieguen, aún y cuando escondan esa información a las nuevas generaciones, de cualquier manera lo llevaremos todos tatuados en la espalda...